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El siguiente largometraje que incluye la retrospectiva
de alcances es El viudo, de Dino Risi, en el que Alberto
Sordi interpreta un papel bastante más oscuro. Basada en
una idea original de Rodolfo Sonego, la película narra
los intentos de un empresario italiano, agobiado por las deudas,
de asesinar a su rica esposa para quedarse con su dinero.
 También
a cargo de Dino Risi está el que con frecuencia se considera
el mejor filme del tándem Sordi-Sonego, Una vida difícil
(1961). Se trata de una historia con un fuerte trasfondo social
sobre un joven izquierdista que ingresa en un partido radical
tras la Segunda Guerra Mundial. Cuando, tras el motín de
1948, es arrestado, todo comienza a irle mal, hasta el punto de
que le deja su mujer y decide ignorar sus ideas políticas
para aceptar un puesto en la industria. Sin embargo, incapaz de
soportar las humillaciones que comporta su nuevo empleo, decide
abandonar y enfrentarse a la vida por su cuenta.
El ciclo programado por Alcances también
recoge tres películas dirigidas por el propio Alberto Sordi.
La primera de ellas Amor mío, ayúdame (1969),
en la que la comedia cede paso al drama romántico de un
hombre cuya mujer le es infiel. Por su parte, Yo y Caterina
es una farsa sobre una fábrica de robots que se dedica
a fabricar mujeres "ideales", sin criterio, sumisas
y hacendosas.
Finalmente, Encuentros prohibidos (1998),
la película seleccionada para la clausura del festival
gaditano, trata sobre un anciano del que se enamora una despampanante
joven que lo colma de atenciones. En su último trabajo
hasta la fecha, Alberto Sordi contó con la actriz italiana
Valeria Marini, conocida en nuestro país por su trabajo
en Bámbola, de Bigas Luna.
A través de este ciclo de películas,
que también incluye Crimen en Montecarlo, de Mario
Camerini, Sembrando ilusiones, de Luigi Comencini y Gugliemo
il dentone, de Luigi Filippo D'amico, el festival de cine
Alcances devuelve a nuestras pantallas a dos de las grandes figuras
de la comedia italiana de los últimos años. Además,
el homenaje se completa con una exposición de fotografías
y carteles que cubren prácticamente toda la filmografía
de Alberto Sordi.
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