Sin embargo, su consagración definitiva
vino gracias a su siguiente película, El día
de la bestia. Esta "comedia de acción satánica",
como el propio Álex de la Iglesia la definió, le
congració con la crítica y el público y precedió
el éxito nacional de otras películas españolas
como Airbag, Torrente, el brazo tonto de la ley o
su misma Muertos de risa. Además, el filme obtuvo
catorce nominaciones y seis premios Goya, entre ellos el de mejor
director para Álex de la Iglesia y el de actor revelación
para un entonces desconocido Santiago Segura.
Animado
por el éxito de El día de la bestia, en 1997
Álex de la Iglesia se lanza a la aventura americana y rueda
su proyecto más ambicioso hasta la fecha, Perdita Durango.
La película, adaptación de una novela del autor
de Corazón salvaje, Barry Gifford, se rodó
en el sur de Estados Unidos con un presupuesto superior a los
siete millones de dólares y con el protagonismo del español
Javier Bardem y la estrella latina Rosie Pérez. Aunque
Álex de la Iglesia sostiene que es su mejor trabajo como
director, lo cierto es que Perdita Durango supuso su primer
fracaso tanto crítico como comercial, hasta el punto de
que no llegó a estrenarse en los cines estadounidenses.
Sin embargo, su desencuentro con el público
duró muy poco. Dos años después estrena Muertos
de risa, una comedia negra protagonizada por el Gran Wyoming
y Santiago Segura que supera los mil millones de pesetas de recaudación,
una cifra que apenas cinco años antes hubiera parecido
inalcanzable para cualquier película española.
Entretanto,
prepara su proyecto más ambicioso, "La máscara
de Fumanchú", para el que espera contar con un presupuesto
elevado y un reparto internacional. Sin embargo, la financiación
no llega y el filme empieza a acumular retrasos, así que
Álex de la Iglesia decide rodar entre tanto otro largometraje,
La comunidad. Protagonizada por Carmen Maura, esta película
volvió a colocarle como favorito en la ceremonia de los
Goya, con quince nominaciones, si bien los principales galardones
en esta ocasión fueron a parar a El Bola, de Achero
Mañas. Aún así, La comunidad consiguió
premios como la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián
o el Goya a la mejor actriz para Carmen Maura, y es para muchos
la obra más lograda de Álex de la Iglesia hasta
el momento.
Abandonado definitivamente el proyecto de "La
máscara de Fumanchú" por discrepancias con
el productor Andrés Vicente Gómez, Álex de
la Iglesia prepara ya su siguiente trabajo, 800 balas,
un "marmitako-western" rodado en el almeriense desierto
de Tabernas cuyo estreno está previsto para el mes de octubre.
En esta ocasión, además de dirigir la película
ejerce como productor a través de su propia empresa, Pánico
films, que se ha hecho cargo de los más de ochocientos
millones del presupuesto.
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