Seria candidatura de Susanne Bier al Giraldillo de Oro

Dos nuevas películas entraron en concurso este miércoles: Black Field, un irregular relato medieval, y el contundente drama moral In a Better World

Juan Antonio Bermúdez

El filme griego Black Field nos traslada al siglo XV para contar un episodio sucedido en un convento al que llega un jenízaro herido, en la fase medieval de la larguísima contienda entre turcos y griegos. En ese contexto y sin caer en el efectismo facilón, la película plantea con naturalidad cuestiones tan actuales como la identidad de género, la identidad sexual y las relaciones entre sexo e iglesia.

El gran problema es que ese potencial interés de su enfoque choca con una escritura tosca, que exige al espectador demasiados pactos y justificaciones, se estanca en muchos momentos y avanza en otros con una brusquedad que crea situaciones inverosímiles, como casi todas las derivadas de las pocas escenas de acción (¡qué pesada y desfasada la manía de remarcar la épica con la cámara lenta!) o las que se suceden en un atropellado cuarto de hora final.

Tras Black Field, había expectación por ver In a Better World, de Susanne Bier. Y la verdad es que la última película de la festivalera directora danesa no defraudó. De aquel juego publicitario que fue Dogma’95 (donde Bier tuvo también su momento de militancia), le ha quedado al cine danés, entre otras cosas, una propensión a utilizar la cámara al hombro. Y aquí se usa mucho y de forma bastante acertada, algo no siempre fácil, para mostrar la evolución de dos historias casi paralelas: la situación de acoso que vive un niño en su colegio y su complicidad con un problemático nuevo compañero, por un lado, y el trabajo del padre del niño como médico en África, por otro.

Sobre el fondo del primer escenario, con más peso, se va intercalando el segundo, en un abierto e inteligente juego de equivalencias morales. El preciso diseño de personajes y la habilidad con la que se va desarrollando el guión (salvando equilibrios complicados) la convierten en una seria candidata al Giraldillo de Oro. Lo gane o no, es seguro que In a Better World tiene garantizada una buena distribución, porque reúne todos los ingredientes para poner de acuerdo a la crítica y al público.

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