Cine de oficio y cine arriesgado para mejorar la Sección Oficial

La sesión del martes dejó dos propuestas a concurso completamente distintas: la superproducción The Poll Diaries y la interesante apuesta española Naufragio

Juan Antonio Bermúdez

The Poll Diaries, dirigida por el teutón Chris Kraus, lleva a la pantalla un agitado episodio de las memorias de la poeta alemana Oda Schaefer, ocurrido durante su adolescencia, en una visita a la casa de su padre, en Estonia, en los umbrales de la Primera Guerra Mundial.

Aceptados algunos excesos grimosos más o menos justificados por la vocación de uno de sus principales protagonistas, la película va creciendo con alardes de superproducción, un buen pulso narrativo y un excelente oficio en la resolución de la fotografía, el montaje y la música.

Un final retorcido y peliculero (en el peor sentido de la palabra), rematado además con un epílogo biográfico muy al estilo de Hollywood, alarga el metraje en demasía, desequilibra y resta méritos al conjunto.

Naufragio es justo la cara cinematográfica opuesta a The Poll Diaries. Su director, Pedro Aguilera, ya dejó muestra al menos de su atrevimiento creativo con su debut (La influencia, 2007). No es una obra grandiosa, cerrada o perfecta. No le hace falta, no busca eso. Su acercamiento a la inmigración es muy diferente al que ejerce el cine social mayoritario, sin que por eso esquive la denuncia.

Los diversos niveles de lectura que propone el filme (de los conflictos interiores a los sociales) parten de una idea central peculiar: revertir la historia de Robinson Crusoe, haciendo que Viernes usurpe su identidad y viaje desde su isla a la presunta civilización, en este caso una España bruta, industrial y al mismo tiempo apegada a la naturaleza, prácticamente inédita en el cine nacional.

Su reparto es en su mayoría no profesional; por poner un ejemplo, Solo Turé, su protagonista, se gana la vida como albañil. Pero la irregularidad de las interpretaciones se asume aquí, como la impureza de sus encuadres o los cabos sueltos de su guión, como una más de las líneas de exploración de la película, cuyo principal atractivo es, precisamente, dejar cuestiones abiertas.

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