David Lynch presenta en la Mostra su nuevo trabajo, INLAND EMPIRE

El realizador estadounidense, que ha recibido el León de Oro a toda su carrera, trajo a Venecia un complejo filme de más de tres horas

Carlos Leal

Si le preguntan a David Lynch de qué trata INLAND EMPIRE, responde que sobre una mujer enamorada, y en peligro. Cuando se le interroga sobre alguno de los aspectos más crípticos de este thriller de más de tres horas de duración, se escuda en un enigmático "no lo sé". Con todo, en INLAND EMPIRE puede apreciarse una evolución lógica a partir de los principios estilísticos que guiaban Mulholland Drive.

De hecho, al igual que entonces el filme comienza con un primer acto que sigue una estructura narrativa lógica, y en el cual David Lynch dispone cuidadosamente los distintos niveles ficcionales en los cuales discurre la narración: Una actriz de Los Ángeles participa en una película basada en una antigua leyenda que ya fue llevada al cine en una ocasión anterior; sin embargo, entonces la película no pudo terminarse debido al brutal asesinato de la pareja protagonista. Llegados a este punto, como ya pasaba en Mulholland Drive, la lógica de la acción se desvanece por completo y la película pasa a ser una completa alucinación onírica, en la que los distintos elementos de la narración se entrecruzan sin seguir un patrón definido.

En lo que sí marca un punto y aparte INLAND EMPIRE respecto a la trayectoria anterior de David Lynch es en el plano visual. El director de Terciopelo azul ha decidido abrazar el formato de vídeo digital con todas sus consecuencias; la fotografía del filme tiene un gran contraste, y en las escenas oscuras la imagen se vuelve granulosa y sucia. Pero Lynch no parece dispuesto a renunciar a las libertades que proporciona este nuevo formato: "cuando la imagen es pobre, es más fácil soñar", argumenta.

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