Los hermanos Weinstein abandonan Miramax para fundar su compañía

Los productores de Pulp Fiction y Chicago seguirán trabajando con directores como Quentin Tarantino y Kevin Smith

Carlos Leal

Veinticinco años después de fundar Miramax, los hermanos Bob y Harvey Weinstein han decidido abandonar la compañía para acometer una nueva iniciativa en solitario. Con frecuencia considerada una de las piezas clave en el resurgimiento del cine independiente estadounidense a principios de los 90, con éxitos como Sexo, mentiras y cintas de vídeo o Mi pie izquierdo, Miramax es propiedad de Walt Disney Co. desde 1993. En estos años, la compañía fundada por los hermanos Wenstein ha logrado éxitos de la talla de Pulp Fiction, Kill Bill o Gangs of New York, y ha ganado para Disney el Oscar a la mejor película en tres ocasiones: El paciente inglés, Shakespeare enamorado y Chicago. Este mismo año Miramax, que contribuyó en 2004 con el 25% de los ingresos totales de Disney, ha logrado veinte nominaciones a los Oscar y seis estatuillas, para los filmes El aviador y Buscando Nunca Jamás.

Una vez que abandonen Miramax al término de su contrato, el próximo mes de septiembre, los hermanos Weinstein pretenden conseguir una inversión de mil millones de dólares para fundar una nueva compañía, Weinstein Co., que contará con el asesoramiento de Robert Redford y Paul Newman entre otros. Les acompañarán en el esfuerzo directores como Quentin Tarantino, Robert Rodriguez, Anthony Minghella o Kevin Smith, que ya preparan películas para la compañía. La ruptura entre los Weinstein y Disney culmina un proceso de separación que comenzó en el año 2003, cuando el ejecutivo de Disney Michael Eisner trató de poner trabas a la distribución del polémico filme de Michael Moore Farenheit 9/11.

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