Mika Kaurismaki: "Soy un antropólogo que viaja con una cámara"
El realizador finlandés presentó en el Festival de Cine Europeo de Sevilla su último trabajo, la road movie Honey Baby
Alejandro del Pino
En el marco del Sevilla Festival de Cine, el director finlandés Mika Kaurismaki presentó su último trabajo, Honey Baby, una co-producción alemana, letona, finlandesa y rusa protagonizada por Henry Thomas, el niño de E.T. Honey Baby es una road movie que describe el viaje por los helados paisajes del extremo oriental del continente europeo de un cantautor estadounidense en horas bajas y de una prostituta rusa que huye de un matrimonio de conveniencia con un alemán.
Mika Kaurismaki, hermano mayor de Aki Kaurismaki (realizador de filmes inclasificables como Un hombre sin pasado o La chica de la fábrica de cerillas) tuvo siempre muy claro que quería contar con Henry Thomas para el papel principal. "Necesitaba a un actor que supiera componer e interpretar canciones, recordó, y en ese sentido Henry Thomas era la persona perfecta". De hecho, el niño de E.T ha compuesto muchos de los temas que aparecen en Honey Baby, cuya banda sonora también cuenta con canciones del músico británico Nikki Sudden.
Admirador del neorrealismo italiano (especialmente de Luchino Visconti), de la Serie B estadounidense y de las películas japonesas, Mika Kaurismki antes que cineasta prefiere definirse como un antropólogo que viaja con una cámara. "Nunca ruedo en estudio, subrayó, siempre en escenarios exteriores y todas mis películas, aunque narren una historia de ficción, las considero documentales". Para Kaurismaki, el objetivo del cine europeo no debe ser competir en términos económicos con el norteamericano, sino producir películas independientes y de calidad que no estén únicamente condicionadas por las exigencias del mercado. Además, para el director de Helsinki-Nápoles, todo en una noche, el cine puede ser de gran ayuda en el proceso de búsqueda y construcción de una identidad común europea
Durante el accidentado rodaje de Honey Baby, en el que han participado personas de 18 nacionalidades distintas, tuvieron que hacer frente a todo tipo de adversidades meteorológicas, incluso a la detención arbitraria -aún desconocen las razones- de un miembro del equipo técnico en Rusia. Pero más allá de esas incidencias, tanto el director como el actor protagonista aseguran que fue una experiencia tan intensa como gratificante, en la que el peregrinaje de los protagonistas de la película, tuvo su correspondencia en la vida real. "Rodábamos la historia de un viaje, recordó Henry Thomas, y a la vez nosotros mismos estábamos en la carretera, decidiendo muchas cosas sobre la marcha. Incluso algunas de las canciones las compuse poco antes de filmar las escenas en las que aparecían".
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