Un grupo de animales trata de escapar de las redes de un cazador sin escrúpulos. Félix, el protagonista, es un lince que cree que su mala suerte es la causa de que su especie esté en peligro de extinción. Tras pasar por varios centros de recogida de animales, su llegada al Acebuche (Parque Natural de Doñana) le deparará grandes sorpresas. Se están produciendo extrañas desapariciones de animales en la zona. Un temible cazador acecha. Un excéntrico millonario tiene un plan secreto. Y Félix y sus compañeros tendrán que unirse para sobrevivir y poner fin al misterio.
Comentario
Raúl García, co-director de El lince perdido, ha sido uno de esos talentos españoles que se vio obligado a emigrar. Eso ha sucedido en muchos sectores pero, en nuestro caso, es de interés cómo los animadores patrios eran y son reconocidos en lugares como Disney, Hanna-Barbera o Pixar. El hijo pródigo ha vuelto en un momento donde la industria de la animación española está más madura, lo suficiente como para que la productora Kandor Graphics pueda llevar a cabo un largo de animación 3D con un aspecto notable a pesar de contar con un presupuesto inferior al de las producciones estadounidenses (ha contado con 4,5 millones de euros). En compañía de Manuel Sicilia, Raúl García cuenta con el mecenazgo del actor Antonio Banderas y su compañía Green Moon para realizar esta comedia de aventuras que se apoya en un alto contenido de respeto por la fauna y la flora de nuestro planeta. "Es una especie de road movie naturalista, un vehículo para que los niños vean a los animales que nos son propios en entornos cercanos a ellos, con el propósito fundamental de no caer en el pecado mortal de aburrir al espectador”, señalan los creadores. David Robles, Abraham Aguilar, César Sarachu y Esperanza Pedreño son los actores que ponen la voz a los personajes principales.
Curiosidades
El nombre del protagonista, Félix, está puesto en honor al mítico defensor de la naturaleza Félix Rodríguez de la Fuente. El compromiso con estas causas llega al punto de que el 20 por ciento de los beneficios que se obtengan irán destinados a financiar proyectos medioambientales.