All you need is love

Por Carlos Leal

Tras convertirse en el guionista más popular del cine británico en los últimos años, con éxitos tan sonados como Cuatro bodas y un funeral o Notting Hill, había una cierta curiosidad por ver cómo se desenvolvía Richard Curtis en su debut en la dirección, Love Actually. Más aún después de conocer el espectacular reparto que ha logrado reunir en el filme, que incluye rostros tan populares como los de Hugh Grant, Colin Firth, Laura Linney, Emma Thompson, Rowan Atkinson, Billy Bob Thornton o Liam Neeson.

Lo cierto es que en su ópera prima como director Richard Curtis da todo lo que promete; nada más y nada menos. Pocas sorpresas esconde en su interior esta comedia romántica coral, que narra las vidas cruzadas de varios londinenses en las semanas previas a la Navidad. Tiene un guión ágil y bien trenzado, interpretaciones ajustadas, una realización sobria y correcta y un humor en general efectivo, que se permite incluso algún arrebato gamberro.

Y, por supuesto, amor. Love, Love, Love. Amor secreto, amor filial, amor sin palabras, amor a primera vista, amor en horario de oficina. Amores de plástico, sin carne ni hueso, sin un solo sentimiento real por detrás. En definitiva, el amor de las comedias románticas, de los estribillos de los éxitos del pop que los personajes de Love Actually se empeñan en repetir con irritante insistencia. Ya saben: todo lo que necesitas es amor, el amor está en todas partes, estas Navidades sólo te quiero a ti.

Y antes de que esta ola de gazmoñería y buen rollo lo invada todo y nos arrastre hasta que acabemos cargados de bolsas en la cuarta planta del Corte Inglés, con el corazón henchido de buenos sentimientos y espíritu consumista, conviene detenerse un momento, poner el estéreo a toda voz y corear con el bueno de Tonino Carotone el estribillo de una de sus canciones más populares, esa que dice aquello de “Me cago en el amor”.

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