Los muertos viven, el espectador muere

Por Ana Sanz

Decepcionante la última película que se estrena sobre zombis, género apasionante y sin embargo en este caso carente de imaginación. Zack Snyder debuta en la dirección con un remake de Zombi (1978) de George A. Romero sin aportar nada nuevo, excepto unos medios técnicos y un presupuesto con los que ya le hubiese gustado contar a Romero veinticinco años antes.

Ana Clark (Sara Polley) sale huyendo de su casa de Wisconsin para salvarse de su marido ya infectado y acaba junto a otros supervivientes, como un agente de policía (Ving Rhames), o un vendedor de electrodomésticos (Jake Weber), en el refugio y centro comercial Crossroads. Estos diez primeros minutos con ritmo y una atmósfera apocalíptica que transmiten inquietud son prometedores pero se acabó lo que se daba.

El guión de James Gunn es una suma de despropósitos sin sorpresas (raro en este tipo de películas): Ana no sabe cómo se transfiere el mal cuando lo ha visto con su marido, el intento de salvamento del hombre de la azotea a través de un perro, el previsible nacimiento de un bebé muy mono cuya mamá está herida, o el final de traca tipo MacGyver o Equipo A con una construcción espectacular de unas furgonetas antizombis. Hay un momento en el que la película inicia una línea humorística (graciosa la secuencia en la que conocidos personajes mediáticos deambulan moribundos) que unido a varias escenas tipo videoclip desconciertan y aburren sobremanera.

En Amanecer de los muertos hay homenajes a la película de Romero: los cameos de Tom Savini (Sheriff), Scott Reiniger (general) y Ken Foree (tele-evangelista); Así como algunos nombres de las tiendas coincidentes con actores de la película del 78. Lástima que al menos no hayan integrado la crítica al consumismo de la original, o que los zombis (más veloces que antes) hagan simplemente el papel de enemigos a destruir sin tener un papel más protagónico, no como los de Romero que inspiraban cierta compasión impregnada de una existencia desoladora. Otro desacierto de la película es sin duda el número de personajes, si bien en la anterior eran principalmente cuatro aquí son demasiados y mal desarrollados provocando que el espectador desee que mueran cuanto antes.

Esta película ha llegado a estar la número uno en la taquilla norteamericana, el panorama es desastroso. Por eso recomiendo revisar la videoteca y visionar el debut de Romero (clásico entre los clásicos, son más peligrosos los humanos que los zombis): La noche de los muertos vivientes (1968), o La legión de los hombres sin alma (1932) con Bela Lugosi, Yo anduve con un zombi (1943) de Jacques Tourneur...Y si apetece reírse y ver mucho tomate: Braindead - Mi madre se ha comido a tu perro (1993) del ahora afamado Peter Jackson.

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