Cameron Diaz

Algo pasa con Cameron

Carlos Leal -

Corría el año 1994 cuando La máscara nos descubrió a una seductora joven que robaba el corazón al histriónico Jim Carrey. Tres años después, esa misma actriz lograba robarle a un chico nada menos que a la "novia de América", Julia Roberts, en La boda de mi mejor amigo (1997). Para 2002, ya le había arrebatado también a Julia Roberts el título de actriz mejor pagada de Hollywood, gracias a los veinte millones de dólares que se embolsó por Los ángeles de Charlie: Al límite.

Aunque la ascensión de Cameron Diaz al olimpo de Hollywood ha sido vertiginosa, en su carrera no ha faltado un cierto componente de azar. Azar que le llevó por ejemplo a los veintiún años a presentarse al casting de La máscara, a pesar de que por entonces trabajaba como modelo y no tenía ninguna experiencia previa como actriz. Y a decir verdad al principio tampoco tenía mucha fe en la película: "A la mitad del rodaje le pregunté a mis compañeros '¿mi padre y mi madre podrán verla en algún sitio?' y me respondieron 'Cameron, en el cine'. No tenía ni idea", confiesa la actriz.

Al final, La máscara no sólo se estrenó en los cines sino que además obtuvo un éxito espectacular en todo el mundo, superando los 350 millones de dólares de recaudación. Y aunque el gran beneficiado fue Jim Carrey, poco a poco también Cameron Diaz comenzó a abrirse camino con papeles secundarios en películas como La última cena, Solamente se vive una vez o La boda de mi mejor amigo. Con todo, su consagración definitiva no llegaría hasta 1998, cuando protagonizó a las órdenes de los hermanos Farrelly la comedia Algo pasa con Mary.

Lo cierto es que Algo pasa con Mary no sólo convirtió a Cameron Diaz en una estrella de Hollywood de primera fila sino que marcó indeleblemente su imagen en pantalla; en las retinas de los espectadores quedará para siempre la imagen de una joven descarada, orgullosamente superficial y con mucho sentido del humor, un estereotipo que ha cultivado en muchas de sus películas más exitosas: La cosa más dulce, Los ángeles de Charlie, Vacaciones...

Con todo, en la carrera de Cameron Diaz figuran también un buen puñado de interpretaciones arriesgadas y películas con ambición artística, desde Como ser John Malkovich (Spike Jonze, 1999) hasta Cosas que diría con sólo mirarla (Rodrigo Garcia, 1999), pasando por Gangs of New York (Martin Scorsese, 2002). Y aunque en su palmarés no figura aún ningún premio importante, ya acumula cuatro nominaciones a los Globos de Oro.

Y para demostrar que la apariencia no lo es todo en esta vida, de vez en cuando se mete en la piel de la princesa ogro Fiona en la exitosa serie de animación digital de Dreamworks Shrek. Una faceta en la que el viernes que viene regresa a nuestras pantallas. Y es que Cameron tiene algo...

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