Jude Law
Truhán y señor
Antonio Ruiz Valdivia -
El mundo del cine se ha rendido definitivamente ante Jude Law. Tras años
relegado a papeles secundarios, el londinense ocupa las portadas de las
revistas más prestigiosas y su nombre ha trascendido a la masa palomitera.
La "fiebre law" se hace patente en nuestras pantallas con los recientes
estrenos de Closer, El aviador, Sky Captain y el mundo de mañana y Alfie. Su cultivado estilo británico ha cautivado a la fauna
hollywoodiense quien no ha dudado en auparlo a la categoría de estrella
internacional.
El National Youth Music Theatre lo vio nacer interpretativamente a los 12
años. Desde entonces las tablas se perfilaron como su gran adicción y se
convirtió en un habitual de la escena teatral de la capital británica. Su
salto a Broadway se produjo con la obra Indiscretions, su intervención
junto a Kathleen Turner en la puesta en escena del libreto de Sean Matthias
le proporcionó una candidatura a los Tony en el apartado de mejor actor de
reparto. Poco faltaba para que diese el salto a la gran pantalla en The
Crane y Shoping . De compras en 1994. Todavía tenía que trabajar duro
para ascender al firmamento del celuloide.
Hollywood le brindó su primera oportunidad de relevancia en Gattaca,
futurista proyecto que le reunió junto a Ethan Hawke y Uma Thurman. La
crítica comenzó a fijarse en él gracias a sus pequeñas pero intensas
apariciones en Wilde y Medianoche en el jardín del bien y del mal. El
punto de inflexión de su carrera se produjo dos años más tarde con su
encarnación de Dickie Greenleaf en El talento de Mr.Ripley. La Academia
norteamericana lo nominó al Oscar como mejor actor de reparto y los Globos
de oro también reconocieron su impresionante actuación como playboy afincado
en la costa italiana.
Su andrógino aspecto hizo que Steven Spielberg lo fichara para la robótica
Inteligencia Artificial. Otro papel de galán, esta vez en verión
mecánica, de los que no faltan en su filmografía. Alejándose de esta pulcra
imagen, rodó a las ordenes de Sam Mendes Camino a la perdición, uno de los
grandes éxitos de critica de 2002. Anthony Minguella lo reclamó un año
después para protagonizar la epopeya homérica Cold Mountain, junto a
Nicole Kidman y Renée Zellweger. El mundo del cine aplaudió rabiosamente su
interpretación y volvió a competir por el Oscar, aunque esta vez en la
categoría de mejor actor protagonista.
Si uno consulta la cartelera actualmente puede comprobar que Jude Law
aparece en una considerable cantidad de títulos. Podemos seguirlo en una
insólita aventura en Sky Captain y el mundo de mañana, recrearnos en sus
tortuosas relaciones en Closer, adivinar su parecido con Errol Flynn en
El aviador y redescubrir su faceta más divertida en el remake Alfie. Su
rostro decora las marquesinas de las paradas de autobuses de medio planeta y
su club de fans engorda de manera incontrolable. El británico está llamado a
escribir con letras de oro su nombre en el cielo de los fotogramas.
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