Jean Reno
El significado de la profesionalidad
Antonio Ruiz Valdivia -
Jean Reno es uno de los integrantes más sólidos del babilónico star system
europeo. Su trayetoria se cimenta en numerosos taquillazos de acento galo y
escarceos hollywoodienses que le han proporcionado una fortuna nada
desdeñable. Esto no significa que sea un actor de anuncio de dentífrico, más
bien, su aspecto rudo y desaliñado le ha dotado de una personalidad única en
el mundo del celuloide.
El intérprete, hijo de una pareja gaditana que huyó de nuestro país tras la
implantación de la dictadura franquista, nació como Juan Moreno en 1948 en
la ciudad de Casablanca. Sus inicios en el mundo de la actuación se
produjeron en los circuitos teatrales y en las pantallas televisivas hasta
que en 1979 el director francochileno Raoul Ruiz le brindó una oportunidad
en L`Hypothése du tableau. Más tarde vendrían trabajos como Clair de
femme o Le grand bleu, ésta última junto a Jean Marc Barr y Rossane
Arquette.
Le dernier combat supuso su primera colaboración con el archiconocido
realizador Luc Besson. Tras un papel secundario, el director lo eligió como
protagonista de su cinta Subway en 1985, a su lado trabajarían en este
proyecto Isabel Adjani y Chritopher Lambert. Los grandes éxitos de la pareja
de hecho Reno-Besson llegarían en los noventa. Sus oscuros papeles en
Nikita, todo un clásico del cine de acción francés, y León, el
profesional exportaron su popularidad al resto del planeta.
La llamada de Hollywood llegó con la comedia romántica French Kiss donde
acompañó a Kevin Kline y Meg Ryan en su flirteo bucólico. Un año más tarde
se puso a las órdenes de Brian de Palma en la superproducción Mission:
Impossible, el éxito de taquilla de 1996. Más tarde rodó Godzilla y
Ronin, una de sus mejores interpretaciones. Paralelamente en Francia
estrenó largometrajes como El jaguar, Les Truffes o la segunda parte de
Los visitantes. La primera entrega de esta saga acerca de caballeros
medievales llegados del pasado consiguió atraer a millones de franceses a
las salas de cine. En 2001 llegó a las pantallas la tercera entrega de esta
rocambolesca idea.
Sus últimos títulos lo han vuelto a colocar en el ojo del huracán
informativo. Los ríos de color púrpura, dirigida por Mathieu Kassovitz, le
envolvió en una trama detectivesca que proporcionó una gran cantidad de
euros a sus productores, y Jet Lag sirvió para demostrar la gran química
en pantalla entre Reno y Juliette Binoche. Aunque también ha vivido algunos
descalabros, su última aventura norteamericana ,Rollerball, fue pataleada
por la crítica y repudiada por los espectadores. Ahora llega a la cartelera
local con ¡Qué te calles!, 85 vodevilescos minutos en los que el actor se
mide interpretativamente a Gerard Depardieu. Alianza de titanes.
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