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En Hollywood, pocos actores tienen el prestigio
que ha conseguido acumular John Malkovich a lo largo de los veinte
años que lleva ya en el mundo del cine. Y eso a pesar de
que ha combinado algunos trabajos meramente "alimenticios",
como Con Air o El hombre de la máscara de hierro,
con papeles mucho más serios tanto en Estados Unidos como
en Europa, donde actuó entre otras en Más allá
de las nubes, de Michelangelo Antonioni y Wim Wenders, y El
convento, de Manoel de Oliveira. El actor estadounidense rizó
el rizo en 1999 al interpretarse a sí mismo en la divertida
Cómo ser John Malkovich, el galardonado debut en
la dirección de Spike Jonze.
 Para
su debut en la dirección, Malkovich se ha decidido finalmente
por un thriller policial basado en la detención del líder
del grupo terrorista peruano Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
El filme tiene su origen en una novela de Nicholas Shakespeare
que el propio autor ha adaptado para la gran pantalla.
En su primer largometraje, el protagonista de Las
amistades peligrosas ha optado por alejarse de los focos de
Hollywood y se ha venido a rodarla a España, con el productor
Andrés Vicente Gómez. En el elenco de actores también
hay muchos actores de nuestra cinematografía.
Javier Bardem interpreta al policía Agustín
Rejas, encargado de detener al líder guerrillero Ezequiel,
cuyo movimiento revolucionario campesino amenaza con desestabilizar
el poder de un gobierno hispanoamericano. Mientras la violenta
respuesta de los militares provoca un clima de histeria colectiva,
Rejas debe mantener la calma para llegar hasta el cabecilla de
la revuelta al tiempo que se enamora de una hermosa profesora
de ballet.
El reparto incluye asimismo a Juan Diego Botto,
Laura Morante, Elvira Mínguez y Abel Folk. El equipo de
producción también está formado por profesionales
españoles como el director de fotografía José
Luis Alcaine o la maquilladora Ana Lozano.
La película se rodó el año
pasado entre Madrid, Oporto y Quito, en inglés y con un
presupuesto aproximado de ochocientos millones de pesetas. Para
John Malkovich era importante rodar con actores de nuestro país:
"Me han ofrecido la oportunidad de contar con un presupuesto
mayor si aceptaba trabajar con actores norteamericanos, pero no
acepté. El hecho de poder por fin hacerla tal y como siempre la
he imaginado supone una gran satisfacción para mí", señaló
el director.
Asimismo, Malkovich enfatiza que su película
no es un alegato político ni una recreación histórica,
hasta el punto de que la acción no se ambienta en un lugar
ni una época concretos. El actor estadounidense señala
que lo que le fascinó de la historia fue "la personalidad
del protagonista, Rejas, un hombre capaz de sacrificarlo todo
por cumplir con su deber".
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