Spiderman, la Patrulla X y otros superhéroes
de papel han dado el salto a la gran pantalla en Estados Unidos,
recaudando millones de dólares en taquilla. En Francia,
las dos entregas de Astérix y Obélix que se han
rodado hasta el momento con actores reales han conseguido un éxito
sin precedentes. Ahora bien, ¿sucederá lo mismo
en España? ¿Acudirá el público en
masa a ver una superproducción en torno a las aventuras
de dos de los personajes más queridos de las historietas
patrias, los espías Mortadelo y Filemón?
Esta
es sin duda la pregunta que en estos días ronda la cabeza
de Javier Fesser, que el 7 de febrero estrenará en nuestro
país su segundo largometraje como director, La gran
aventura de Mortadelo y Filemón. Un proyecto, el de
llevar a la gran pantalla a los personajes creados por Francisco
Ibáñez hace cuarenta y cuatro años, cuyo
guión ha escrito el propio realizador junto a su hermano
Guillermo Fesser, antigua mitad del dúo radiofónico
Gomaespuma.
En su segunda película como director, Javier
Fesser ha contado con la colaboración de muchos de los
que ya le acompañaron en su salto al largometraje con El
milagro de P. Tinto. Comenzando por el diseñador de
producción César Macarrón, responsable de trasladar a la
gran pantalla el complejo mundo visual de las historietas de Ibáñez.
También repiten con Fesser actores como Emilio Gavira,
que dará vida al popular Rompetechos, y el cómico
Pepe Viyuelas, que en esta ocasión tiene que lidiar con
el difícil papel de Filemón Pi.
Entre las incorporaciones más significativas
de la película se encuentra el actor que dará vida
a Mortadelo, Benito Pocino, cuya experiencia cinematográfica
se limita a pequeñas intervenciones en Historias de
la puta mili y las dos partes de Makinavaja, el último
choriso. Además, el francés Dominique Pignon
(Amelie) interpreta al archienemigo de los agentes de la
TIA, Freddy Mazas.
Con
más de seis millones de euros de presupuesto, La gran
aventura de Mortadelo y Filemón supone un riesgo importante,
por cuanto que los agentes de la Tía nunca han tenido demasiada
suerte en el mercado audiovisual. El último intento, a
mediados de los 90, fue una teleserie que pasó sin pena
ni gloria por la pequeña pantalla. "Los que pasaron por
televisión me parecieron dibujos desanimados", comenta al respecto
el dibujante Francisco Ibánez, quien sin embargo confía
en la capacidad de Javier Fesser: "después de ver su primera
película creo que lo va a hacer muy bien".
Y es que El milagro de P. Tinto ya mostraba
una estética fuertemente influida por el mundo del cómic
y un humor surrealista cercano al del creador de Mortadelo
y Filemón. "Podría hablar de la clara influencia
que han ejercido en mí Jeunet y Caro, los Coen, Tim Burton, Berlanga,
Terry Gilliam... Pero, para qué nos vamos a engañar donde estén
Tex Avery, Chuck Jones o lbáñez, que se quiten Truffaut, Hitckock,
Gomaespuma y el Condemor", reconoce el propio Javier Fesser.
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