Título:
Nosferatu, el vampiro

Director:
F.W. Murnau

Intérpretes:
Max Schreck, Alexander Granach

País y año:
Alemania. 1922

Fecha y lugar:
17 de marzo. Pabellón de Uruguay.
17:30 y 20:00.
Entrada con invitación gratuita.

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Nosferatu, el vampiro

Por Miguel Ángel Blanco

Silencio. Blanco y negro. Figuras entre luces y sombras. Paisaje urbano, entorno rural. Rostros, miradas. El monstruo vampiro es el poder oculto. El maligno. Y la angustiosa atmósfera del miedo insinuado. N o s f e r a t u está en la historia del cine como una de las películas que permanecen en la memoria cultural. Fiedrich Wilhelm Murnau (Alemania, 1888-1931) narró en imágenes “Drácula” de Bram Stoker y estableció las reglas de un terror que ha acompañado desde entonces a los espectadores. La película se encontró en sus inicios con la demanda de la familia de Bram por los derechos de autor. Aunque la gran mayoría de los Drácula que vinieron, salvo el de Werner Herzog entre algunos aislados, después poco han tenido que ver con la atracción y el magnetismo que proyectan las imágenes de Murnau. Simplicidad narrativa. Escueta. Brillante. Atmósfera escalofriante. Imágenes en penumbra para una historia que el tiempo convierte en conciliación de la incertidumbre con la ingenuidad de época que traduce la pantalla del cine mudo en palabras para hoy día. La música de un piano lleva de la mano al espectador por los distintos momentos de la intriga. Transmisor de sensaciones .

La película responde a la estética de un cine que se inspira en el tenebrismo pictórico europeo y convierte la estética fotográfica en el rasgo narrativo dominante de las palabras ausentes, bajo la insinuación de una realidad que se adquiere sentido en las sombras. Es el discurso del expresionismo cinematográfico alemán. De ahí la serie de situaciones de los personajes cuando comparecen en escena de presentación en un espectro delimitado, en ocasiones por el interior, en ocasiones por el propio espacio urbano o rural en que se desenvuelven. En Nosferatu se avanza hacia el encuentro con el vampiro, desde la historia de los protagonistas: Herker, que acude a los Cárpatos para formalizar el contrato de compra de una mansión en la ciudad de Bremen por el conde Drácula; las relaciones de amor joven de Herker con su joven esposa, Nina; la espera de ella en la playa y el mal presagio en sus sueños. La película muestra el mundo de relaciones de la gran ciudad, que Murnau explica con panoramas generales. Yla singularidad del territorio de Drácula. El enigma acoge al espectador desde el primer momento .

Murnau crea el monstruo vampiro. Fantasmal. Diabólico. Nosferatu, sólo oír su nombre “hiela la sangre” se advierte al espectador en el preámbulo de la película. El filme capta momentos de la tensión que avanza, con distintas situaciones: el castillo y su atmósfera, el miedo de los campesinos, la llegada del barco con el vampiro en su ataúd, el anuncio de que la plaga llega a la ciudad, el pregonero advierte a los ciudadanos, el miedo y la incertidumbre está en los rostros de las personas asomadas a las ventanas, que se van cerrando una a una, las puertas se marcan con una cruz. Imágenes que transmiten la historia de cada momento.

Mención especial merece el personaje del loco, esquizofrénico, a la espera de su maestro. Es uno de los momentos más singulares de la película. El proceso narrativo es esquemático, para plasmar en cada momento el poder de los acontecimientos.

Murnau, en 1922, desde el atractivo de un libro, cuenta en imágenes el mundo de la maldición y la respuesta del amor sublime, el sacrificio de Nina para vencer al vampiro. Sencillo y concreto. Ytodo ello desde el poder de la imagen para suscitar sensaciones, emociones, historias de seres humanos. La gran condición del cine. Lo que le justifica. Ya lo que el cine no puede renunciar. Murnau ha dejado en la historia del cine una filmografía de obras esenciales, junto a Nosferatu, como Fausto, El último, Amanecer, Tabú. Entre quienes han estudiado su trayectoria cinematográfica, un experto español, Luciano Berriatúa ...