Título:
Johnny Guitar

Director:
Nicholas Ray

Intérpretes:
Joan Crawford, Sterling Hayden

País y año:
Estados Unidos. 1953

Fecha y lugar:
3 de marzo. Pabellón de Uruguay.
17:30 y 20:00.
Entrada con invitación gratuita.

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Johnny Guitar

Por Juan-Fabián Delgado

Si hay un género identificable y conocido por todos, ese es el western. El cine del Oeste ha dado tantos títulos a lo largo de toda la historia del Séptimo Arte que cualquier público en cualquier lugar de mundo es capaz de amar y conocer sus películas. Pero dentro de esa codificación como género indiscutido y señero, también es verdad que en el western caben infinidad de variantes y sus miles de ejemplos han tocado todo tipo de enfoques.

Por eso “Johnny Guitar” es una película del Oeste, pero también es una romántica historia de amor, una trama de intriga y violencia, un alegato contra el maccarthysmo de los años cincuenta y también una de las obras más personales de su director Nicholas Ray. Un autor que en 1954 llevaba pocos años como cineasta y todavía no había logrado una consagración que vendría al año siguiente con su obra más lírica y apasionada, “Rebelde sin causa”.

En “Johnny Guitar”, ayudado por un excelente guión de Philip Yordan (con quien volvería a colaborar en “Rey de Reyes”), Ray nos cuenta la historia violenta y nostálgica de Vienna, (magnífica Joan Crawford) propietaria de un salón, y un pistolero -ahora armado con una guitarra- (ajustado Sterling Hayden) que llega a su garito, despertando antiguos amores. El famoso diálogo de “dime una mentira, dime que me amas” es acaso la declaración fatalista de una mujer enamorada y lúcida al mismo tiempo.

Sin desdeñar los esquemas del western, en el film también hay peleas, tiroteos, malos y buenos, persecuciones, intento de linchamiento, cabalgadas... pero sobrenada el lirismo de un autor que en cualquier género y en cualquier título (como “En un lugar solitario”, “Chicago, año treinta”, “Los dientes del diablo”, “55 días en Pekín”... ) impondría su estilo a pesar de trabajar en los rígidos esquema del Hollywood de antaño. Su doloroso final sería testimoniado en su obra póstuma, “Relámpago sobre el agua”, filmada en colaboración con su amigo el realizador alemán Wim Wenders en 1979, cuando ya Nicholas Ray era una leyenda y cuando de su hermosa filmografía siempre sería recordado este western triste y romántico, tan nostálgico como la canción que con el nombre del protagonista cantaba Peggy Lee, con la música de la banda sonora de Victor Young.