Título:
El camino

Director:
Serif Gorem

Intérpretes:
Tarik Akam, Serif Sezer

País y año:
TKI. 1982

Fecha y lugar:
3 de febrero. Pabellón de Uruguay.
17:30 y 20:00.
Entrada con invitación gratuita.

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El camino

Por Pepe Segura

Descubriendo la senda que recogía el final de aquel camino al que perdimos la pista, y es que con él perdimos algo más que esa pequeña luz que, aunque siempre dudamos de que fuera el destino, al menos nos alentaba en este camino desolado e ingrato, apartado de esa realidad con la que ahora, una vez más, volvíamos a confluir.

Ya quedaban pocas salidas, el engaño era difícil de creer aunque viniera adornado de multitudes y premios olvidados. Supongo que era demasiado tiempo huyendo de la podredumbre estética de esos mediocres refugiados en el falso poder otorgado con la misma ligereza con la que se asomaban con desfachatez e ignorancia a un mundo tan ajeno como podían ser el arte y el frío.

Intereses dispares, difíciles de casar, y que acaban con la credibilidad de unos y la ilusión de otros. Y aunque al principio llegué a dudar lo que era peor perder, al final no puedo evitar sentir que estoy en un bando, sin duda el de los perdedores y la única, aunque triste satisfacción es saber que en el otro lado nunca se supieron vencedores.

Así debía sentirse Yilmaz Güney dirigiendo su película desde la cárcel como consecuencia del golpe de estado en Turquía del 12 de septiembre.

Yul es el retrato de una realidad mediterránea, la de los militares en el poder, las dictaduras, la opresión, la represión, las persecuciones, la pérdida de la libertad o algo más triste aún: el no haberla conocido y, por encima de todo, el miedo.

“El Camino” nos cuenta cómo se sienten unos hombres a los que se les suspenden los permisos carcelarios y cómo descubren, cuando por fin consiguen recuperarlos, que la libertad fuera no es mayor que dentro.

Las imposiciones sociales, económicas y morales hacen que se sientan atrapados, ya no por unos barrotes sino más bien por una sociedad y un estado que ahogan las esperanzas e ilusiones puestas en este momento de encuentro con una realidad que les obliga a elegir un camino. Difícil camino que les llevará hasta un destino que ellos nunca designaron y que nunca desearon.

Camino de desencuentros y desengaños.

Camino hacia una gloria efímera en un choque inevitable con un pasado temporalmente enterrado, pero que esporádicamente surgía con una fuerza y una pasión devastadora arrastrando con ella todo el odio contenido en siglos de dolor y muerte.