Ficha técnica

 

 


La cosa más dulce

¿Lo que piensan las mujeres?

Por Manuel Ortega

¡Que me aspen si comprendo a las mujeres! O al menos las que hoy en día se dejan modelar tanto por la televisión como por el cine, como ya hicieran en diversas épocas de la historia de la manipulación influidas por la novela sentimental, el folletín o los seriales radiofónicos. Pero al menos antes se soñaba con amores imposibles, hembras rebeldes en busca de aventuras románticas desafiando convenciones sociales, imposiciones familiares y trabas de la moralidad imperante. Esto en las buenas, claro. En las malas pues esto, lo de ahora, mujeres cuya libertad en lo referente a lo sexual las lleva a la indecisión, al caos de no saber que pasará mañana, a lo que dirán de ti, la búsqueda de la persona no de personas, del hombre perfecto, del hombre de su vida (?) como si en la vida tuviéramos que tener una pareja de la vida, un perro de la vida, unos zapatos de la vida o un bolígrafo de la vida. Detrás el mensajito de siempre, resumido unas cien veces en la película (¿Creen que somos tontos? ¿Somos tontos?) en una frase más lapidable que lapidaria: Ya es hora de dejar de jugar.

Cameron Diaz y Christina ApplegateEsta cosa que se hace llamar La cosa más dulce intenta ser una mirada refrescante e incisiva al universo femenino standard de nuestros días de dietas, apariencias, engaños, apaños, tretas. Y se convierte en un lacerante despropósito light, aparente, engañoso repleto de apaños y tretas. Vacío de materia gris. Vacío de feminismo. Vacío. Pero ciertamente sólo un despropósito podría esperarse de la guionista de "South Park": una acumulación de chistes aparentemente transgresores pero de carácter reaccionario y acomodaticio en un fondo terrible que su escandalosa forma, en su torpeza, no sabe esconder. Lo mismo que la serie, vamos. Y sólo un despropósito se podía esperar del director que se encargo de hacer papilla intelectual el casi incorruptible texto de Choderlos de Laclos Las amistades peligrosas en aquella versión para jóvenes (léase descerebrados en inglés americano) bautizada como Crueles intenciones. También hizo una secuela que aquí no llego a estrenarse o de la que yo no tuve noticia de su estreno. Casi mejor.

Pero sí se podía esperar un poco más del trío protagonista: una Cameron Diaz que cae en el prototipo que le están labrando sus enemigos, una Christina Applegate que puede seguir siendo secundaria toda su vida con este tipo de papeles de amiga díscola y pizpireta y una Selma Blair de la que hablan maravillas por su interpretación en Storytelling pero que aquí naufraga en un maremágnum de chistes sexuales tan inanes como inermes. Y por cierto, ahora que estamos, ¿por qué no estrenan ya la última obra del imprescindible Todd Solondz en lugar de castigar a público y críticos con este tipo de engendro o con engendros de todo tipo?

Entre el Kevin Smith más Kevin Smith según iluminados "apolojetas" (Mallrats o Jay y Bob el silencioso) y el antifeminismo conservador de Susana Tammaro, La cosa más dulce se convierte en la cosa más tonta que he visto en los últimos meses. Y os aseguro que ese galardón está más solicitado que las galas de los niños tontibuenos de la Operación Triunfo. ¿Alguien no se ha dado cuenta de que estamos hablando de la misma cosa? ¡Que cosas!

 

Histórico de críticas de cine

Coloca cinestrenos entre tus favoritos

Suscríbete a la
lista de correo
  Nombre:
   
  E-mail:
   
   Estrenos
   Novedades
   Televisión

Foro de discusión

Enlaces

 

  Sobre cinestrenos.com     Publicidad     Contacta con nosotros     Sugerencias
© Cinestrenos.com 2003. Todos los derechos reservados.